Después de un tiempo desaparecida, aquí estoy de nuevo. Os aseguro que he intentado en varias ocasiones hacer alguna entrada con las cosas que tengo hechas, pero me ha resultado imposible: es lo que tiene organizar una boda, jejeje.
Ahora que ya se ha terminado todo (preparativos, boda, viaje, vuelta...) quiero enseñaros los broches que hice para regalar a mis invitadas en este día.
El principal motivo por el que decicí hacerlos es por que valoro mucho el trabajo hecho a mano, aunque sea un detallito mínimo. Un regalo DIY significa que la persona que te lo está regalando ha dedicado un trozo de su tiempo a acordarse de tí, se ha esmerado para que salga bien con la intención de agradar con algo diferente. Al menos esa fue mi intención. A ver qué os parecen:
Es un molde pequeño y no muy complicado para que le gustasen a la mayoría, teniendo en cuenta que a algunas personas no les gusta demasiado utilizar este tipo de complementos, por eso no las quise hacer muy grandes. Para elegir los colores también pensé la edad de mis invitadas, por eso hay algunas más llamativas y otras más discretas.
Lo que más me costó fue elegir la presentación, qué tipo de envoltorio íba a utilizar. Me recorrí todas las tiendas de regalos para eventos, bazares, etc. y finalmente encontré unas cajitas del tamaño perfecto.
Estas cajitas son de papel reciclado y llevan la tapa decorada. Me gustaron porque se pueden reutilizar como joyeritos, por ejemplo. Para cerrarlas les puse un lazo de rafia del mismo color y la pegatina.
Forré la bandeja donde venían del mismo color de mi ramo de flores y mis zapatos: ¡¡¡¡ROJO!!!!
Y finalmente quedó como se ve en la siguiente foto (izquierda):
Ahora entenderéis la razón por la cual he estado desaparecida, jejejeje.
¡Saludos y espero que os hayan gustado!
